lunes, 16 de febrero de 2009

salud mental: AUTISMO segunda parte

HOY El Dr. Félix H. Higuera Romero, Director General de los Servicios de Salud Mental de la Secretaría de Salud y la Psicologa Vilma Mondragón, de la Dirección de Enseñanza e Investigación de los Servicios de Salud Mental de la Secretaría de Salud. Continuan compartiendonos informacion sobre AUTISMO.

INTRODUCCIÓN:
“En el programa anterior iniciamos con el Tema de “EL AUTISMO”, y nuestros especialistas nos explicaban lo importante que es hacer un diagnóstico adecuado, ya que puede confundirse con otros padecimientos, o pueden incluso no detectarse aspectos del espectro autista. Por eso la Secretaría de Salud, ha iniciado un Diplomado para la Secretaría de Salud, de especialización en el manejo de este padecimiento

1. Sólo para recordar ¿ QUÉ ES EL AUTISMO?

Es un trastorno del desarrollo que persiste a lo largo de toda la vida. Este síndrome se hace evidente durante los primeros 30 meses de vida y da lugar a diferentes grados de alteración del lenguaje y la comunicación (notablemente deficientes); pobre desarrollo de las habilidades de relación con los demás y un repertorio muy restringido de actividades e intereses.
Con frecuencia, estos síntomas se acompañan de comportamientos anormales, tales como actividades e intereses de carácter repetitivo y estereotipado, de movimientos de balanceo, y de obsesiones insólitas hacia ciertos objetos o acontecimientos.


2. ¿Cómo se diagnostica y cual es su diagnóstico diferencia con esquizofrenia infantil?
Dentro de las últimas versiones de las dos clasificaciones internacionales de trastornos mentales más importantes (DSM-IV y ICD-10), el autismo está incluido dentro de la categoría de Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD) y se le denomina Trastorno Autista.
Por lo que se refiere al autismo, un síntoma asociado de primer orden lo constituye la deficiencia mental, que afecta a un 75%, aproximadamente de toda la población, puesto que, contrariamente a lo que se ha manifestado muchas veces y sin fundamento, la mayoría de la población que padece este síndrome presenta un CI dentro de los límites de la deficiencia mental. Concretamente, los estudios epidemiológicos sitúan el CI medio alrededor de 50 puntos (en lugar de los 100 de la población normal) y con una distribución normal entre los sujetos.

Conjuntamente con la deficiencia mental, en la tabla 2 se presentan los síntomas secundarios del autismo más frecuentes:
Deficiencia mental
Hiperactividad (infancia)
Hipoactividad (adolescencia y edad adulta)
Humor lábil
Baja tolerancia a la frustración
Crisis de agitación (con o sin causa aparente)
Impulsividad
Autoagresividad
Heteroagresividad (menos frecuente que la autoagresividad)
Respuestas paradójicas a los estímulos auditivos
Alteraciones del sueño
Trastornos de la alimentación (selectividad, pica)
Crisis epilépticas (20-25% de la población total)

Es importante valorar si el autismo constituye un síndrome significativamente diferente de las condiciones psiquiátricas agudas (ejemplo: trastorno conductual y emocional), de la psicosis de infancia tardía (ejemplo: esquizofrenia), del retraso mental general y de los trastornos específicos del desarrollo del habla y lenguaje.

3. ¿Se puede curar el autismo?
El autismo no tiene curación. Es un síndrome que definió en 1943 un psiquiatra de origen austriaco llamado Leo Kanner. Hoy en día, 50 años después, aún no se conocen las causas que originan esa grave dificultad para relacionarse.

4. ¿Cuál es el tratamiento?
La educación especial es el tratamiento fundamental y puede darse en la escuela específica o bien en dedicación muy individualizada ("Maternage"). Se puede recurrir a la psicoterapia aunque los resultados son escasos debido a que el déficit cognitivo y del lenguaje dificultan la terapéutica. El apoyo familiar es de gran utilidad. Los padres deben saber que la alteración autista no es un trastorno relacional afectivo de crianza. Es recomendable buscar y mantener contactos con asociaciones para padres de niños autistas.
Hay considerar también el tratamiento farmacológico, que deberá estar indicado por un medico especialista.

5. ¿QUÉ PUEDEN HACER LOS PADRES?
Los padres que sospechan que su niño puede ser autista, deben consultar al pediatra para que los refiera a un psiquiatra de niños y adolescentes (PAIDOPSIQUIATRA), quien puede diagnosticar con certeza el autismo, su nivel de severidad y determinar las medidas educacionales apropiadas. El autismo es una enfermedad y los niños autistas puede tener una incapacidad seria para toda la vida. Sin embargo, con el tratamiento adecuado algunos niños autistas pueden desarrollar ciertos aspectos de independencia en sus vidas.
Los padres deben de alentar a sus niños autistas para que desarrollen esas destrezas que hacen uso de sus puntos fuertes de manera que se sientan bien consigo mismos. El psiquiatra, además de tratar al niño, puede ayudar a la familia a resolver el estrés; por ejemplo, puede ayudar a los hermanitos, que se sienten ignorados por el cuidado que requiere el niño autista, o que se sienten abochornados si traen a sus amiguitos a la casa. El psiquiatra de niños y adolescentes puede ayudar a los padres a resolver los problemas emocionales que surgen como resultado de vivir con un niño autista y orientarlos de manera que puedan crear un ambiente favorable para el desarrollo y la enseñanza del niño.

Para cualquier duda u orientación pueden marcar al teléfono de la Dirección de salud Mental al 2 18 32 13, y escribir a nuestro Correo electrónico: minutosdesaludmental@hotmail.com
O a cualquier Unidad de Salud cercana

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